Jubilados de la UAS acuden al Congreso Federal y diputados les explican la necesidad de hacer una reingeniería que garantice la prestación de retiro digno. (Video)
Jacinto Robles Salazar.
La Universidad Autónoma de Sinaloa está en pleno proceso de transformación. El llamado al Gran Pacto Universitario por el Futuro representa un esfuerzo colectivo por enfrentar los retos financieros y laborales que golpean a todas las universidades públicas del país. En este escenario, lo lógico es sumar, construir, proponer. No obstante, una decena de jubilados decidió ir a manifestarse a la CdMx exigiendo se mantenga la doble jubilación y prestaciones que para algunos parecieran ser excesivas.
Con la estrategia de presionar a las autoridades federales, este pequeño grupo quería que el gobierno respaldara sus exigencias, sin embargo, como se ha venido reiterando por autoridades de la SEP, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, con datos y argumentos, les dijo lo que es difícil de entender para algunos en un escenario de compleja situación económica para el país donde se deben ponderar los programas sociales en apoyo a los que menos tienen: «Ninguna universidad puede resistir la forma como están jubilados sus trabajadores, nadie lo puede hacer» expresó el legislador.
Ramírez Cuéllar no tuvo que alzar la voz ni recurrir a descalificaciones. Simplemente recordó que los esquemas actuales son inviables.
Les explicó que la pirámide demográfica se volteó y que ya no existen suficientes cotizantes para sostenerlos en un esquema de seguridad social, y de la jubilación dinámica UAS, advirtió se tienen que tomar decisiones autofinanciables.
Con total claridad, les advirtió que tienen que sumarse al diseño de nuevas soluciones, no atrincherarse en privilegios que comprometen el futuro de todos.
El resultado no fue el esperado para los manifestantes, además de no lograr el respaldo esperado, regresaron a Sinaloa lamentando la realidad que se ha planteado por la SEP.
Más allá de este evento, la buena noticia es que la UAS, bajo el liderazgo del rector Jesús Madueña Molina y con el acompañamiento del SUNTUAS, se avanza hacia una reingeniería financiera y administrativa, para superar un modelo agotado pero que a su vez, se asegure la jubilación dinámica.
Como reflexión, debemos pensar en que no hay tiempo para que la UAS se detenga, mentras algunos manifestantes siguen sin entender, la mayoría aporta ideas de cómo construir un esquema, un ahorro, un fideicomiso sólido e incluyente que garantice la jubilación dinámica de actuales y futuras generaciones donde la clave sea la participación con empatía y solidaridad y la optimización de los recursos con plena transparencia y rendición de cuentas.
La UAS necesita compromiso, visión de futuro y unidad real. Quien no lo entienda, corre el riesgo de quedar como los manifestantes, sin luz para su estabilidad y el recuerdo imborrable de no querer hacer lo más mínimo para proteger lo más importante que tenemos, seguridad salarial y viabilidad para nuestra querida alma mater.
